La sensibilidad dental es uno de los dolores bucales más comunes y puede definirse como un dolor agudo que surge al ingerir comidas y bebidas frías o calientes, o durante tu limpieza bucal. Esto se debe a que a que la dentina ha perdido su protección natural y los estímulos externos afectan en mayor medida a las terminaciones nerviosas de nuestros dientes.
¿Cómo podemos reconocer un caso de sensibilidad dental? Cuando sufrimos de sensibilidad dental el dolor siempre es intenso pero de duración muy corta, actuando solo cuando está en contacto con el estímulo, pudiendo distinguir entre tres tipos de estimulo distinto: térmico (provocado por la ingesta de alimentos fríos o calientes), químicos (por alimentos ácidos o azucarados), o táctiles (producido al cepillarnos los dientes).
Causas de la sensibilidad dental
Los principales elementos que pueden hacernos sufrir de dientes sensibles son los siguientes:
- Una Mala higiene bucal: acciones como cepillarte los dientes con mucha fuerza o elegir un mal momento para el cepillado (justo antes o después de haber ingerido comidas y bebidas ácidas) acelerará el desgaste del esmalte de tus dientes, así como la acumulación de placa bacteriana.
- El exceso de comidas y bebidas ácidas: algunos alimentos provocan un efecto erosivo y de descalcificación sobre nuestros dientes, como pueden ser los cítricos, las mermeladas, el yogur, el té, el vino, los refrescos etc.
- Bruxismo: también conocido como el rechinar de los dientes. Al tratarse de una acción inconsciente, en muchos casos, es difícil de detectar. Rechinar los dientes causa un desgaste progresivo de la dentadura, dañando el esmalte y exponiendo la dentina.
- Algunos tratamientos dentales: existen tratamientos odontológicos como por ejemplo la ortodoncia que pueden causar molestias de hipersensibilidad dental. Destacar también que los tratamientos de blanqueamiento usan procedimientos y sustancias que pueden provocar sensibilidad dental pasajera.
- La gingivitis: se trata de una inflamación de las encías causada por el sarro y las bacterias que atacan a los tejidos de soporte de los dientes. No es dolorosa, pero puede causar problemas de sensibilidad dental. Además, si no se trata a tiempo, puede derivar en enfermedades más serias como una periodontitis.
- La edad: es inevitable que con el paso de los años se produzca un desgaste progresivo del esmalte de los dientes. No obstante siempre se puede recurrir a determinados tratamientos que reducen las molestias.
Cómo prevenir la sensibilidad en los dientes
Para evitar que nuestros problemas de sensibilidad en los dientes deriven en patologías más graves, llevar una adecuada higiene bucal es esencial. Desde la Clínica Dental Teresa Ortega te recomendamos:
- Utilizar dentífricos específicos para nuestra dolencia de dientes sensibles.
- Evitar el uso de cepillos de mucha dureza y apostar siempre por cepillos de dientes con las cerdas suaves, que contribuyen a no desgastar nuestro esmalte.
- Es recomendable el uso de hilo dental para lugares de difícil acceso.
- Evitar los contrastes bruscos de temperatura en los alimentos que ingerimos.
- Evitar el tabaco y los alimentos azucarados, ya que perjudican el esmalte y las encías.
- Visitar con frecuencia acudir al dentista para prevenir este tipo de dolencias.
Todos estos consejos son importantes para evitar y prevenir la aparición de sensibilidad en nuestros dientes, pero es igualmente importante que al primer síntoma te pongas en contacto con nuestra clínica para conocer las causas reales del problema y poder tratarlo antes de que empeore.
Esta información que te facilitamos desde la Clínica Dental Teresa Ortega en ningún momento sustituye la consulta o el diagnóstico de un profesional.
