TRATAMIENTO DE PACIENTES EN IMPLANTOLOGÍA
La periimplantitis, afección en la que el tejido y el hueso que rodean a los implantes dentales se infectan, afecta, aproximadamente, a una cuarta parte de los pacientes con implantes, y actualmente no existe una forma fiable de evaluar cómo responderán al tratamiento de este problema.
Para ello, un equipo dirigido por la Facultad de Odontología de la Universidad de Míchigan (Estados Unidos) ha desarrollado un algoritmo de aprendizaje automático, forma de inteligencia artificial, para evaluar el riesgo de que un paciente individual obtenga resultados regenerativos tras los tratamientos quirúrgicos de periimplantitis.
El algoritmo se llama FARDEEP. En su estudio, publicado en Theranostics, los investigadores lo utilizaron para analizar muestras de tejido de un grupo de pacientes con periimplantitis que estaban recibiendo terapia reconstructiva. Cuantificaron la abundancia de bacterias nocivas y de determinadas células inmunitarias que combaten la infección en cada muestra.
“Los pacientes con bajo riesgo de enfermedad periodontal mostraban más células inmunitarias muy hábiles en el control de las infecciones bacterianas”, según explica Yu Leo Lei, autor principal de la investigación.
Al equipo le sorprendió que los tipos de células asociados a los mejores resultados de los pacientes con implantes desafiaron el pensamiento convencional. “Se ha hecho mucho hincapié en
los tipos de células inmunitarias que son más hábiles para la cicatrización de heridas y la reparación de tejidos –añade-. Sin embargo, aquí demostramos que los tipos de células inmunitarias que son fundamentales para el control microbiano están fuertemente correlacionados con resultados clínicos superiores”.
Según los investigadores, el tratamiento quirúrgico puede reducir la carga bacteriana en todos los pacientes. Sin embargo, solo aquellos con más subtipos de células inmunitarias para el control bacteriano pueden suprimir la recolonización de bacterias patógenas y mostrar mejores resultados regenerativos.
Los implantes dentales han transformado las opciones de reconstrucción, pero la endemia emergente de la periimplantitis ha comprometido gravemente el éxito a largo plazo de la implantología, señalan los investigadores.
CONSECUENCIAS DE LA PERIIMPLANTITIS
La periimplantitis puede provocar una pérdida ósea progresiva, hemorragias, pus y, en última instancia, la pérdida de los implantes dentales y las coronas o prótesis asociadas que soportan.
La sustitución de un nuevo implante dental en el lugar previamente dañado suele ser un reto, debido a la mala calidad del hueso y al retraso en la cicatrización. El mantenimiento preventivo de los implantes y el tratamiento a largo plazo de la periimplantitis se convierten en parte de la práctica habitual tras la reconstrucción de los implantes.
“El tratamiento regenerativo de la periimplantitis es caro y los resultados del tratamiento son imprevisibles – afirma el primer autor, Jeff Wang-.
Sería muy útil si pudiéramos usar la información para determinar el mejor curso de tratamiento, o tal vez decidiríamos que la opción más sensata sería reemplazar un implante viejo por uno nuevo, a pesar del desafío de reconstruir el hueso”.
En el futuro, podría ser posible predecir el riesgo de periimplantitis antes de colocar un implante dental, pero se necesitan más ensayos clínicos en humanos antes de que FARDEEP esté listo para ser utilizado ampliamente por los clínicos, concluyen los autores.
