Cuando perdemos alguna de nuestras piezas dentales, ya sea por un golpe (traumatismo), algún tipo de enfermedad periodontal, piezas dañadas con caries muy profundas, etc. Se producen una serie de cambios importantes tanto en nuestra boca como en nuestra cabeza (sobre todo cuando son los dientes mas visibles). La boca es una de las principales cartas de presentación, tanto a nivel personal como profesional.
Una boca sana y en perfecto estado nos ayuda a transmitir confianza, seguridad y sensación de salud e higiene. La ausencia o pérdida de una pieza dental, puede producir en nuestra salud un efecto dominó negativo ya que puede ser el desencadenante de multitud de problemas, no solo es una cuestión que afecta a la estética, sino que repercute de forma directa a nuestra salud en general.
¿Por que causas podemos perder un diente?
Hay muchos motivos y muy variables, lo más normal es por algún tipo de golpe o alguna enfermedad, pero entre las causas más probables están:
- Periodontitis.
- Caries muy extendidas.
- Caídas o traumatismos.
- Accidentes de tráfico.
- Accidentes deportivos.
¿Qué ocurre si no reponemos ese diente?
Si pierdes un diente o una muela, debes plantearte reponerla lo antes posible. Acude a tu clínica dental de confianza y ponte en manos de profesionales. Ante estas situaciones, cuanto antes acudas a tu dentista y se establezca un plan de actuación, menos daños y/o repercusión negativa tendrá en tu salud bucodental.
Cuando perdemos un diente, el alimento va a impactar contra la encía de ese hueco, provocando que salgan heridas y lesiones. Si mantenemos el hueco vacío, los dientes que lo rodean comenzarán a desplazarse con la intención de cubrir ese espacio. Esto causará la creación de espacios antinaturales en los que hay una mayor retención de placa bacteriana y restos de comida.
Problemas derivados al perder un diente
Uno de los principales problemas es la descompensación de nuestro sistema masticatorio, y por lo tanto, pérdida de la eficiencia masticatoria. Esto nos llevará a sufrir también problemas de digestión, mal aliento y mayor acumulación de suciedad en esas zonas «vacias».
La inclinación y rotación de las piezas vecinas es otra de las principales consecuencias de la pérdida de dientes. Los dientes se alinean mediante un sistema de fuerzas, por lo que la pérdida de una ellas conlleva que las piezas de alrededor se giren e inclinen, perdiendo así la oclusión (mordida) con su pieza antagonista (diente con el que muerde). Estos movimientos pueden poner en riesgo la continuidad del hueso que soporta el diente, lo que deriva en problemas de movilidad, sensibilidad e incluso enfermedad periodontal.
Cuando el hueso no realiza una función de soporte del diente, éste perderá longitud y grosor, provocando atrofia del maxilar que conllevará cambios en la morfología del hueso. Este problema da lugar a cambios en las estructuras, e imposibilita en muchas ocasiones la colocación de implantes y prótesis dentales
Soluciones de Implantología y Ortodoncia
Hay muchas opciones posibles a la hora de valorar
Los implantes dentales son la forma más rápida y eficaz de recuperar un diente perdido, además de ser el método más recomendado. Si dejamos pasar demasiado tiempo, esto puede provocar que no tengamos hueco donde colocar el implante. Por ello, la ortodoncia es una técnica necesaria para poder realizar el tratamiento de implantología. Éstas serían las principales soluciones al problema de perder un diente.
No sólo los dientes tienen la capacidad de evitar la pérdida ósea, sino que los propios implantes dentales pueden realizar esa función. Es por ello, que en los últimos años, se opte por la colocación de implantes inmediatos que son aquellos que se colocan en el mismo momento de la exodoncia de una pieza en mal estado. De esta forma, el paciente se ve favorecido, puesto que se realiza únicamente una cirugía y disminuye el tiempo de tratamiento y la posible pérdida ósea.
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